Mi Patria

Mi Patria

miércoles, 27 de junio de 2012

Hiedra Perfumada

La descubrí bajo un cielo gris adornado de rojo, con árboles saludando la llegada del amanecer, descubrí tras los cristales, su mirada fulminante, escondida para los mortales. Entendí que ella no está formada de una costilla… es la mezcla de flores, incienso, esencia de ángel, seductor aroma de demonio y movimientos felinos. Su piel cuenta historias escondidas para los mortales, traducidas en runas lejanas a los ojos. Tomé pincel y martillo para dibujar y describir el color de su cabello en el cielo, para marcar sobre las montañas la imagen de su sonrisa y ofrecerle entre glaciares los latidos de mi corazón a la sirena formada en tinta y sangre, con estandarte de muerte. Rebelde y descrita entre las líneas de un extraño con un cuervo a su lado, y el incinerador a su izquierda, que como velas en los ventanales admira su imagen formada por estrellas fugaces forjadas en el color de sus labios y las curvas que forman cada esquina de su cuerpo decorado. Las hiedras lanzan su perfume al aire y sus pies este admirador

Verde, Rojizo y Silencioso

Tras escuchar el verde del silencio, el corazón se acerca como olas del mar a los recuerdos del atardecer rojizo, de pasos agigantados que se acompañan por el viento. Cerrando los ojos, se mezclan los colores formando constelaciones que palpitan en las palmas de las manos, en la planta de los pies, en el bajo vientre, donde la poesía toma forma de naturaleza viva que juega con el cielo entre las gotas de lluvia gélida, calida e invisible. Respiro tus pensamientos y te recuerdo corriendo entre los árboles, crecidos entre arena morada, persiguiendo a las aves de colores que vuelan en el parpadeo de las olas. Te veo a los ojos y le pregunto al amanecer por el sabor a tierra mojada de tus labios, donde no existe mal, en donde flota el olor a miel, donde los colores se tornan contrarios e iguales como las melodías que gritan frente a tus ojos y adornan tu camino con el canto de aves con alas de mar y cuerpos formados con letras sacadas del olimpo. Pregunto a las rocas que se siente recordar y retroceder. Pregunto a la maldad que se siente desear tu cuerpo. Pregunto al cielo que se siente lanzar Ángeles a la tierra. Pregunto al reflejo en tu espejo donde guardas los tornillos que componen la maquinaria de tus sueños, de tus pensamientos, del escape del dolor, de la envidia de las sombras. Acaso existe el miedo detrás de tus ojos, acaso existe el pecado detrás de tus palabras, acaso le temes a tu pasado plagado de recuerdos que los humanos han crucificado. Llegaran a tus oídos el sonido de colores, de playas, de muerte viva que de la mano camina con el cariño sintiendo lo inexplicable en tu interior.