Mi Patria

Mi Patria

domingo, 21 de diciembre de 2008

LA LUNA Y SU AMANTE

La muerte lo acompañó en su inspiración, de la historia que entre las olas escuchó.
La luna probó el trago amargo y en su garganta divagaron las estrellas, recordó el olor de los bosques y el rojo atardecer de la lujuria. Ataron su inspiración de pies y manos, pero gritó bajo el agua el nombre que formaron las estrellas fugaces en sus ojos.

Sobria encontró la felicidad y embriagada recordó el dolor en su memoria. Se acostó con soles y con mares pero siempre estuvo sola.

Con nubes se cubrió y escondió la miseria de su rostro por años y segundos; melodías estuvieron en sus oídos, pero nunca entendió el manto sobre el mar y el manto bajo la arena.

El dolor en su pecho se acrecentó, nunca más quiso amar. El ocaso anuncio su llegada descubrió que a su amante lo besaron labios desconocidos. Envidio con muerte la suerte de ese farsante, el dolor se acrecentó en su espalda por el golpe de sus recuerdos, pero el ritmo de la marea invento nuevas canciones.

Escondiendo detrás de los ladrillos el adormecimiento de su lengua, se vistió con la oscuridad de la noche, deseo matar y beber la sangre de sus enemigos.

Se vistió de verde porque tenia esperanza. El intento besarla pero ya no le quería. Ato su corazón con cruces que no soporto en el valle Del Golgota.

La muerte se burlo de su desdicha y grito a los cuatro vientos que estaría sola por siempre. El frio cubrió su cuerpo y se tambaleo entre la oscuridad.

Una sirena escribió su historia, le conto al oído tristeza; la sirena rio por la ridiculez de sus pensamientos, pues ella, ya conocía el amor. Es que basta preguntarle al sol cuan cálido es amanecer entre la sabanas de du cama, en el suelo del océano, en la pintura de las estrellas y en los lazos que las telarañas tejen en la historia.

El sueño cubrió sus ojos y fue ahí donde descubrió que de la mano de las estrellas y en cada amanecer la acompañarían en la búsqueda del amor.

No hay comentarios: